La solidaridad es un sentimiento, aunque también se puede considerar un valor, en el cual la persona reconoce la necesidad de preocuparse por otros, dándoles respeto y brindándoles ayuda. También se puede entender como el hecho de tener compasión hacia otro individuo, y realizar acciones en función a cooperar. El origen de la palabra viene del latín “solidus”, que significa “sólido”.
Hay dos planos en los que se puede entender el hecho de ser solidario. El plano individual y el plano sociológico.
El plano individual, comprende la decisión que tiene una persona para ayudar a otra, y que tendrá como desenlace una acción generosa, pero que también contará con matices altruistas, ya que prescindirá de su tiempo o dinero en función de beneficiar a alguien que lo necesita mucho más.
En el plano sociológico, la solidaridad es uno de los valores más importantes en la sociedad moderna, ya que se basa en el hecho de compartir intereses, obligaciones e ideales con otras personas, todos en función de un bien común, que apunte hacia un objetivo que individualmente sería imposible alcanzar, y que siempre estará respaldado por un sentido ético. Sirve para crear lazos de unión y fortificar la estructura de determinada sociedad.
Solidaridad mecánica y solidaridad orgánica
El sociólogo francés llamado Émile Durkheim, estableció una distinción muy efectiva para clasificar la solidaridad que se da en una comunidad. Dividiéndola en solidaridad mecánica y orgánica.
La solidaridad mecánica es aquella que se da en sociedades poco desarrolladas como tribus, clanes, o incluso países limitados en lo que refiere a la capacidad de sus habitantes. Este tipo de solidaridad se caracteriza porque que cada persona puede ejercer la mayoría de tareas necesarias para hacer funcionar su comunidad, de esta forma, existen ideales colectivos que buscan ayudar a todos.
Por otro lado, la solidaridad orgánica es aquella presente en las sociedades más complejas, donde existen características particulares que diferencian significativamente a cada individuo, hay especialidades que algunos dominan, y otros no, por lo que se manifiesta un estado de interdependencia, donde cada miembro necesita de los conocimientos y capacidades de otro para que se pueda sobrevivir.