Homero, el poeta ciego y su discípulo Schiliemann

Homero nació en el año 800 aC en una isla llamada Quios que se encontraba en el mar Egeo. Si bien es cierto que casi no se sabe nada de su vida logro convertirse, haya por el siglo VI en una especie de leyenda, tanto como los dioses o los héroes de los que el escribía en sus poemas.

Homero
Homero

 

Dentro de lo poco que se sabe, se conoce que anduvo por varios lugares y que en algún momento de su vida se quedo ciego.

Sus dos poemas fueron La Iliada y La Odisea, estos se ha ofrecido por muchos años un buen pantallaza de la historia griega en los que se encuentran contornos indecisos.

En La Iliada se narra el sitio y la destrucción de la ciudad de Troya efectuados por el ejercito de Agamenon.

Por su parte en La Odisea se describe los viajes de uno de los integrantes del ejército. Odisea, rey de Itaca intenta volver a casa luego de la caída de Troya.
Los personajes que describía Homero tienen rasgos muy humanos. Una de las características que presentan es la de ser aguerridos y valientes, en algunas ocasiones los describe como despreciables y pendencieros, aunque siempre dotados de coraje y nobleza.

Estos poemas siempre fueron muy importantes para los griegos.

Discípulo de Homero
Heinrich Schliemann nació en el año 1822, y era hijo de un importante discípulo de origen alemán.
Cuando era niño leyó por primera vez los relatos de Troya y se propuso que algún día descubriría la legendaria ciudad.
Cuando tenia 14 años empezó a trabajar como ayudante en un almacén, más tarde y como fruto de su trabajo logro tener una fortuna y en poco tiempo paso a ser millonario.
En el año 1868 empezó su búsqueda de la ciudad de Troya.

Heinrich pensaba que la encontraría en alguna pequeña colina que se encontrara un poco distante. Al cabo de poco tiempo descubrió las ruinas de nueve ciudades, cada una de ellas se encontraba construida sobre las ruinas de la anterior y un enorme tesoro.

Más tarde, se dirigió hacia la Grecia continental, al lugar donde se encontraba la antigua Micenas, que fueron mencionadas por Homero como ciudad de Agamenon. Entre las murallas de pesada piedras de las ciudadelas descubrió un grupo de tumbas que estaban rodeadas de grandes tesoros.

En forma inmediata le envió un mensaje al rey en el que le confesaba que había visto el rostro de Agamenon, ya que se había encontrado con una mascara de oro que reproducía el rostro de un hombre con barba.
Lamentablemente, se encontraba en un error ya que más tarde se comprobó que esas tumbas eran unos 300 años más antiguas que la guerra de Troya.

Imagen de Homero

10 comentarios en «Homero, el poeta ciego y su discípulo Schiliemann»

  1. Ola muchas grasias me sirbio mucho parami trabajo y esa niña q les dijo q no tenia papas o q cosas esta loca jajjjajjajajaajajajajjaj no mentira era un chiste….. jajjajajja…

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  2. Leticia! Lo que has hecho es dar una visión mítica sobre la existencia de un poeta llamado Homero del que no se tiene ninguna evidencia histórica sobre si existió o no. ¿Nunca sentiste hablar de algo que se llama «la cuestión homérica»? Pues, desde hace 3 siglos se viene debatiendo acerca de la existencia de un sólo autor capaz de componer los dos largos poemas épicos que antes se atribuían a alguien llamado Homero. Actualmente, los especialistas no creen que eso haya sido capaz. La Ilíada y la Odisea, se cree, son el resultado del largo proceso de VI AC en Atenas, se les dió forma escrita, para lo cuál fue preciso comparar y zurcir varias versiones. ¡Pero para qué te lo voy a explicar yo si tú tenés la obligación de estudiarlo antes de publicar nada! Estudia, muchacha, si no estarás haciendo circular inexactitudes y haciendo retroceder el conocimiento aportado por el trabajo de estudiosos durante siglos. Si no lo haces, conviertes a Internet en un arma asesina y tú eres una homicida intelectual de los incautos que te leen y todavía te agradeces los errores que escribiste. Espero que seas honesta y rectifiques lo publicado.

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  3. Pingback: Teatro Griego

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