El Reino de Minos

Unos 4000 años atrás, una gran y fastuosa civilización crecía en a isla de Creta. ¿De quienes se trato? ¿Por qué su tranquilo modo de vida los condijo a su precipitado fin?

Leyenda de Teseo
Leyenda de Teseo

La leyenda de Teseo es una de las preferidas de los antiguos griego, según se cuenta en ella, la isla de Creta, ubicada frente al mar Egeo, estaba se encontraba gobernada por el rey Minos. Cada siete años, Minos le exigía a Atenas el tributo de siete muchachos y siete doncellas como ofrenda al terrible Minotauro. El Minotauro se trataba de un monstruo mitad hombre y mitad toro que vivía encerrado debajo del gran palacio del rey.
Teseo, que era hijo del rey de Atenas había decidido que estas tan crueles ofrendas debían terminar.

Para cumplir este objetivo se embarco con las victimas hacia Creta. Una vez allí y gracia a la ayuda de Ariadna, hija de Minos, Teseo descubre el camino del laberinto en donde habitaba el minotauro, le da muerte y logra escapar con sus compañeros.
Más tarde, Teseo logra convertirse en el rey de Atenas.

Si nos basamos en el relato, es muy probable que la mayoría de los atenienses pensaran que se trataba de una leyenda. Pero en el año 1899, cuando el arquitecto británico Arthur Evans empezó a excavar en Cnosos, en la isla de Creta, encontraron edificios decorados en oro y plata y hermosas pinturas en sus paredes. Estos eran los restos de una civilización que había existido mucho antes que los pueblos griegos más antiguo conocidos hasta ese momento. Después de todo, la leyenda de Teseo tenía una base histórica.

Los minoicos (llamados así por Evans a causa del rey Minos), tenían una vida tranquila y muy cómoda. Sus suelos le daban p’astos muy ricos con los que alimentaban a sus cabras y ovejas y permitía que los campesinos cultivaran más de lo que necesitaban. El vino, las pasas de uva y el aceite de oliva se comerciaban en Egipto y en la zona del mar Egeo a cambio de oro, cobre y alabastro.

Algunos de los habitantes vivían en aldeas o en pequeños pueblos, otros, los hacendados tenían grandes palacios que estaban construidos en sus propias tierras. El más importante era el de Cnosos, lugar en donde la gente más rica vivía con lujo, sus habitaciones eran amplias y ventiladas, decoradas con grandes pinturas. En alguna de las imágenes que se encontraron en Cnosos aparecen dibujos de damas muy elegantes y hombres de cabellos ensortijados, adornados con hermosas joyas, llevando vasijas hechas por los artesanos cuyos talleres rodeaban el palacio. El palacio de Cnosos (al igual que los cretenses) se encontraba construido alrededor de un gran patio. Las habitaciones más importantes se ubicaban en los pisos superiores y los cuartos domésticos abajo.
Los cuartos domésticos contaban para su iluminación con un sistema de pozos de luz, que impedían el paso de los fríos vientos del invierno y de los fuertes rayos de luz del verano. Dentro del palacio había muchas bóvedas con capacidad para guardar un millón de litros de aceite de oliva. A pesar de todas estas comodidades, había algo que no tenían estos palacios, no contaban muralla para su defensa.

No se sabe con exactitud que es lo que llevo a esta civilización hacia su fin, pero, se supo que en el año 1450 aC ocurrió una catástrofe: tal vez un terremoto o una invasión. Los poblados y los palacios fueron iniciados y abandonados: solo el de Cnosos habría de permanecer para ser habitado por los micénicos de Grecia continental. En el año 1375 aC el Palacio de Cnosos se incendio, el único indicio de este desastre final son las manchas de humo en las paredes que indican que éste fue impulsado hacia el norte, de modo que cuando ocurrió el incendio soplaba un fuerte viento sur.

Escritura
Arthur Evans descubrió 4000 tablas de arcilla cuando excavaban Cnosos. La mayoría de ellas contaban con una escritura que Sir Evans llamó Lineal B. esta misma escritura se encontró en unas tablillas de la Grecia continental. En el año 1952 un joven arquitecto ingles, Michael Ventris descifró su significado llegando a la conclusión de que estaban escritas en un griego muy antiguo y que consignaban registros de pagos, lista de provisiones y otras cosas similares.

En las excavaciones de Cnosos se encontraron muchas pinturas y estatuas en las que se representaban toros, algunos de estos animales se encontraban en posición de ataque, mientras que en otras aparecía un joven dando un salto mortal sobre el lomo del toro. Estas piezas de arte indicaban una especie de acrobacia taurina en la cual los jóvenes se agarraban de los cuernos de los toros y daban un gran salto y caían de pie sobre su lomo.
Como Cnosos soportaba violentos terremotos, y los ruidos que estos provocaban podían asociarse al bramido de un toro furioso, es posible que creyeran que había dios-toro en las profundidades de la tierra.
También es posible que esta civilización adorara a una diosa-madre, ya que se han encontrado anillos y estatuillas donde aparece una sacerdotisa o una diosa con serpientes enroscadas en los brazos.

Imagen de la Leyenda de Teseo

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