Las divinidades secundarias del panteón romano son innumerables. Entre las agrícolas figuran: Fauno, una de las primeras divinidades campestres de los romanos, dios de la fecundidad. Las Lupercalia, fiestas celebradas en su honor los 15 de febrero, fueron de gran importancia en el calendario romano.
Conso, otro dios antiguo, presidía la siembra; su fiesta era conocida como la Consualia y se celebraba el 21 de agosto y el 15 de diciembre.
Pales, diosa de los rebaños, daba vigor a los machos y fecundidad a las hembras. Sus fiestas, las Palilia, se celebraban el 21 de abril, aniversario de la fundación de Roma.
Liber Pater, antiguo dios de origen latino, presidía la fertilidad de los campos y al mismo tiempo era dios de la fecundidad. Se celebraban en su honor las Liberaba, el 17 de marzo. Su antagonista femenino era Tellus Mater, diosa de la fecundidad, la cual velaba por el matrimonio y la procreación. Como diosa agrícola, presidía la fecundidad del suelo.
Silvano, era una divinidad del tipo forestal muy popular en Roma, velaba por el trabajo de desmonte y de la pastura en el bosque. Sus atribuciones se extendían a la arboricultura.
Flora, diosa de las flores, de los jardines, de la primavera; preservaba, junto con el dios Robigo, Ias mieses de trigo; y en compañía de la diosa Pomona velaba por los árboles frutales. Sus fiestas fueron dos, la primera conocida como Floralia, el 28 de abril y la fiesta de las rosas el 23 de mayo.
Todos los ríos, fuentes, manantiales, lagos, fueron divinizados por los romanos. Juturna, ninfa amada por Júpiter, presidía el agua estancada, los ríos y las fuentes. Era honrada en las Juturnalia, el 11 de enero. Las Ninfas fueron, en general, divinidades de agua asociadas siempre a alguna divinidad superior.
Neptuno fué, en su origen, un dios del elemento líquido, y al que se invocaba contra la sequía. Se celebraron fiestas en su honor, las Neptunalia, el 23 de julio.
Los latinos emplazaron el infierno en el centro de la Tierra, las vías de acceso a este inframundo eran las cavernas, lagos y pantanos (creencia adoptada también por algunos pueblos bárbaros como los Celtas o Nórdicos). Una de las más célebres fué el lago Averno, situado la actual Campania, cerca de Napoles, en un lugar desierto y desolado. Dis Pater fue un dios infernal, dios de la riqueza. Orco personificaba la muerte y el inframundo o mundo subterráneo.
A Plutón, un dios adoptado de los Etruscos (antiguo Februo), se le consagró el mes de febrero o mes de los muertos en el que se realizaban las grandes purificaciones.
Linitina era por otro lado la diosa romana de los funerales, considerada como madre de los Lares y de los Manes.
Las Larvas, eran los espíritus de los muertos dotados de una actividad maligna que vivian en la tierra para atormentar a los vivos (algo así como los fantasmas malignos). Por otro lado, y en contraposición a los Larvas existían los Lemures, espíritus de los muertos, fantasmales ellos, pero no tan malignos.
Los Manes era consideradas las almas de los muertos y por lo tanto dignos de culto, sus fiestas eran conocidas como Parentalia y Feralia, celebrándose por supuesto en el mes de febrero.
Hola Angie, ¿Acaso esas no son las divinidades secundarias del mundo romano?, si es así debo andar mal de la cabeza, tengo en mi biblioteca una colección de libros de mitología, de Roma y Grecia y la información ha sido obtenida de fuentes bibliográficas confiables y es un tema que domino bastante (especialmente el mundo romano y medieval), creo que deberías verificar tus fuentes si crees que el artículo no dice la verdad..saludos
esto realmente apesta para mi ………me da pena lo que me estan hablando no tiene sentido para una filosofa como yo …..