De pelos

Castorocauda

El pelo nos hace más lindos, también nos abriga, nos protege, tiene la capacidad de aislarnos y porque no ayuda en nuestra comunicación e incluso a algunos mamíferos los defiende.

Hasta hace muy poco tiempo no se sabía casi nada del origen del pelo. El descubrimiento del pelaje más antiguo fue en China y se llego a cabo por miembros de investigadores de la Universidad de Nanking. Con este descubrimiento se pudieron investigar más cosas. Se supo que pertenecía a Castorocauda lutrasimilis, que se trataba de una criatura que vivía en el agua en la época Jurasica Media hará alrededor de 164 millones de años y era muy parecida a un castor mezclado con nutria.
La piel se encontraba en un estado de conservación muy importante por lo que se pudo determinar que este ser ya tenía un pelaje con cierto grado de evolución.
Este ser no pertenecía a los mamíferos sino a un grupo cercano que ya esta extinto. Eran los docodontos, lo que se infiere que el pelaje se había desarrollado por primera vez en un antepasado de ambos grupo que vivió en el Triasico o en el Permico.
Al comienzo de los tiempos los pelos podían cumplir una función sensorial y también termorreguladores. El pelaje retiene una capa de aire que actúa como un aislante térmico. Varios pterosaurios desarrollaron también tupidos pelajes, ya que probablemente tenían la necesidad de conservar la temperatura de su cuerpo constante para poder realizar un gasto energético en su vuelo.
Estos pelos eran diferentes a los de los mamíferos pero se creen que cuentan con su mismo antepasado.
Esta característica relaciona aun más a los ptesaurios con los dinosaurios (se sabe que ambos grupos están estrechamente relacionados).
La teoría de la termorregulación se hace más firme en la idea de que un pelaje incipiente es capaz de proteger hasta cierto punto de las oscilaciones térmicas y no tiene porque contar con la asociación de terminales nerviosas en el pelo, como en la hipótesis sensorial.
Estos pelajes podrían derivar de los desiertos del Pérmico donde las temperaturas variaban continuamente y así la piel era protegida de la escamacion y de la radiación de rayos ultravioletas.
Pero sea cual fuere sus orígenes. Los mamíferos han dado a sus pelos muchos usos.

Ayudan a espantar las moscas y defienden de los depredadores:
Sin ir más lejos, los pelitos de los odios y de las narices (que por cierto quedan muy feos) sirven para impedir que ingresen partículas de polvo que son nocivas para nuestro organismo y para el de los animales. Las largas colas de los caballos, por su parte, los ayudan a espantar a las moscas y las vibrisas (pellos de los orificios nasales) son órganos con sentido táctil muy sensibles más largo de lo habitual en los mamíferos nocturnos y los cavadores. Algunos mamíferos cuentan con músculos horripiladotes más desarrollados, estos músculos son los encargados de erizar el pelaje ante la presencia del peligro, con lo cual el pelo pasa a formar parte de un sistema de comunicación corporal. Ante la presencia de peligro el pelo se eriza y el animal parece tener un tamaño aun mayor.
Los pelos que son afilados o mas gruesos también cumplen la función de armas, tal es el caso de los erizo, el puerco espin y las equidnas. Algunas veces las espinas quedan clavadas en los cuerpos de los depredadores.

Al no tener la piel totalmente cubierta de escamas le dio la posibilidad de desarrollar glándulas olorosas, sudoríparas y sebáceas. El pelo crece por proliferación de células en el folículo, que es una estructura epidérmica pero que se hunde en la dermis.
Los folículos están asociados a las glándulas sebáceas que son las encargadas de segregar grasas que impermeabilizan el pelo, estas ayudan a los nadadores de climas fríos como por ejemplo el oso polar.
A medida que el pelo es empujado hacia arriba, las células son apartadas del alimento y mueren, quedando un depósito de alfa-queratinas, estas son las mismas sustancias que forman las plumas, garras y pezuñas de los animales.
Las alfa-queratinas brindan al pelo proteínas fibrosas que ayudan en la tracción.
A pesar de esto el pelo es algo más que queratina, está formado por tres capas: la medula (o zona central), la corteza con gránulos de pigmento (melanina) que nos protege contra las radiaciones ultravioletas y la cutícula externa, que está cubierta por escamas imbricadas.
La composición y el grosos de las escamas es diferente en cada mamífero.

El mamífero que presenta la distribución capilar más rara es sin dudas el hombre. Existen varias teorías que explican la distribución capilar que tenemos. La que parece más acertada es laque nos cuenta que perdimos pelos en ciertas parte de nuestro cuerpo por la dispersión de calor con la que contamos. Nuestro cuerpo está muy expuesto al sol, y contamos con un metabolismo muy activo y sensible al calentamiento, por este motivo la cabeza requiere que tengamos más pelo, para así poder protegerla.
Los pelos de las axilas y pubis son capaces de retener moléculas olorosas “atractivas” que se producen allí, aunque en la actualidad con las depilaciones y los desodorantes se han dejado a un lado las características salvajes.

Foto: Castorocauda

2 comentarios en «De pelos»

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